Es mía.

Eso es lo que no deja de rondarme la cabeza cuando Calico y su hijo aparecen por mi taller en un coche hecho polvo.

Hay pánico en sus ojos. Está huyendo de alguien.

Y voy a averiguar de quién.

Lo último que quiere es involucrarse con un motero duro y gruñón como yo.

Pero no soy un criminalucho de tres al cuarto sobre ruedas. Soy el presidente del club de moteros Heartlands.

Y soy exactamente lo que este ángel con curvas necesita.

Protector, posesivo y dispuesto a mandar a la tumba a quienquiera que la persiga.

Haré lo que sea para mantenerla a salvo.

Y haré lo que sea para que sea mía para siempre.

Querida lectora:

Conley es un motero atractivo de pelo cano y Calico es una madre soltera de buen corazón que está pasando por una mala racha. Cuando se conozcan, nada podrá separarlos.

Hay una diferencia de veinticinco años entre ellos, pero la edad es solo un número. En los Heartlands, el amor verdadero lo conquista todo. Te lo prometo.

Besos, Frankie